Acquacoltura

Es muy probable que el hombre haya aprendido a cultivar el agua incluso antes de empezar a cultivar la tierra, ya que la acuicultura es un arte antiquísimo que ya practicaban de manera difusa los egipcios, los fenicios, los etruscos y los romanos.

El primer testimonio sobre la acuicultura se remonta a un bajorrelieve egipcio del 2500 a.C., que muestra a un hombre recogiendo pescado.

Si en el pasado la acuicultura representaba una práctica alternativa a la pesca, la acuicultura moderna supone una verdadera necesidad productiva.

Gracias a las prácticas de cría, la acuicultura multiplica los recursos disponibles, en particular de proteína de alto valor biológico, y satisface la demanda mundial de pescado contribuyendo a mantener inalteradas las reservas naturales.